lunes, 11 de junio de 2012

ABURRIMIENTO Y VERANO, MALA COMBINACIÓN







¡Buenos días!  
Hoy es uno de esos días festivos en los que no sabes que hacer.  El día no acompaña mucho ya que despertó nublado y, por lo tanto, no puedo ir a la playa que era mi intención.  En la calle no apetece mucho estar ya que la humedad hace que no estés nada a gusto.  

Y en casa es complejo estar porque no sabes que hacer y acabas abriendo la nevera más de lo que uno se puede permitir.  Y no es que yo pretenda sumarme a la dieta veraniega del "corre y pierde peso que te has de lucir con poca ropa", pero tampoco es cuestión de pasarse, ¿no?

El problema que genera el verano es que casi todo lo que apetece engorda.  Ahí están los helados, refrescos, horchata, batidos, comida basura (esa está todo el año), bebidas frías alcohólicas (más de lo mismo), fritangas en los chiringuitos de la playa y un suma y no pares.  

Es en esta época que los gimnasios se forran las manos.  Saben muy bien que en los meses anteriores al verano, mas bien en el mes anterior, los números de matriculados aumentarán y ellos se aprovechan de ello.  Te cobran todo lo que pueden y más pero el giro viene hacia el mes de septiembre cuando te regalan la inscripción a sus instalaciones.  ¿Qué ha ocurrido?  Pues que la gente ya no se mostrará más hasta el año siguiente por lo tanto dejan de ir al gimnasio.
Pero... ¿de verdad la gente cree en eso de "voy tres meses al gimnasio, me pongo fuerte y seré la hostia este verano"?  Bueno, algún conocido que tengo cree cosas así y hace cosas mas extrañas que apuntarse a un gimnasio.  Ya en otro momento os hablaré de esta gente curiosa.

Pero no sólo los hombres pecamos de tontos.  Las mujeres son las que más pecan en estos tiempos de calor excesiva.  Aparecen miles de dietas (la de la piña, la sandía, el melón, el melocotón en almíbar, dejar de comer).  Los centros de estética, al igual que los gimnasios, aumentan en usuarios.  Los dietistas se regocijan en los excesos alimentarios de sus pacientes y no los invitan a que coman más porque la profesionalidad no se lo permite.  Pastillas, fajas reductoras, cremas, potingues, sobres proteínicos, barritas energéticas... todo vale para estar guapa y guapo.  Pero ¿no somos guapos y guapas tal y como somos?  Este es otro tema que se a de tratar con más profundidad en otra ocasión.

Bueno, puestos a pedir yo he conseguido que durante un rato se pasara mi aburrimiento hablando de tonterías varias que todos conocéis y de las que todos habláis y de las que todos pecáis.  Hasta yo, así que me voy a ir a comprar mi lechuguita para hacerme una buena ensalada baja en calorías que quiero ir a la playa y aunque no luciré palmito, el año que viene tal vez lo haga.  

Salud y buen verano que ya lo tenemos aquí.

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